martes, 29 de octubre de 2013

@TecniTipsGANB #81

Temblor total
Por Matt Klaus


La importancia de una protección contra terremotos para los sistemas de rociadores

Con el reciente lanzamiento de la edición 2013 de NFPA 13, Instalación de sistemas de rociadores, una de las preguntas más frecuentes que me formulan cuando enseño en las clases de actualización de NFPA 13 es, ¿Aún tengo que aplicar toda esa protección sísmica confusa?

De todos los requisitos en NFPA 13, muchos consideran que los que abordan la protección contra terremotos de los sistemas de rociadores automáticos son los más complicados de comprender. Esto es principalmente porque los temas abordados para la protección contra terremotos tratan más sobre la mecánica de los materiales y otras cuestiones de ingeniería estructural, mientras que la mayoría de los requisitos en NFPA 13, abordan temas de hidráulica. Si bien los requisitos de la Sección 9.3. tienen un sabor diferente a los requisitos “hidráulicos” en la norma, su importancia no debe desestimarse de ningún modo.

Según la Encuesta Geológica Estadounidense, entre el 2002 y el 2012 la cantidad anual promedio de terremotos en los Estados Unidos con una magnitud de 5.0 o superior fue de 62. (A comparación, el resto del mundo promedió más de 30 veces ese número anualmente). Si bien no todos los terremotos con una magnitud de 5.0 o superior son tan importantes como el terremoto en Northridge, California de 1994 con una magnitud de 6.7, son lo suficientemente importantes como para dañar los sistemas de rociadores que no están diseñados adecuadamente para manejar estos eventos dinámicos.

Cuando se produce un terremoto, la mayoría del daño en el sistema de rociadores se produce por el impacto de las ondas sísmicas. Las ondas sísmicas crean una condición inicial en la que la base del edificio comienza a moverse con la tierra, mientras que las partes superiores del edificio y sus contenidos y componentes, permanecen inmóviles. Sólo fracciones de segundo después, las partes superiores del edifico empezarán a moverse en la misma dirección; pero para este momento la base ya se está moviendo en una dirección diferente, creando un movimiento diferencial entre el edificio y sus componentes. Este movimiento puede hacer que el sistema de rociadores que no se ha fijado adecuadamente entre en contacto con otros sistemas del edificio o miembros estructurales que pueden dañar los rociadores y accesorios. Este daño puede llevar a una pérdida en la red de tubería y dañar así el sistema.

La protección contra terremotos, como se requiere en NFPA 13, Sección 9.3, está diseñada para limitar el impacto de este movimiento diferencial de modo que el sistema de rociadores pueda funcionar según fue previsto, después y posiblemente durante el evento sísmico. NFPA 13 usa varios conceptos de diseño para limitar el impacto del movimiento diferencial, incluida la limitación de la resistencia de la tubería a través del uso de accesorios flexibles y espacios libres. Para ayudar a mantener la alineación de los componentes del sistema y prevenir el desarrollo del movimiento que induce el daño, la norma exige abrazaderas oscilantes y que la tubería del sistema se encuentre empotrada. Cuando está diseñado e instalado de la forma correcta, estos tipos de características pueden ayudar a mantener el sistema funcionando de la forma correcta.

Es de suma importancia contar con sistemas de protección contra incendios operativos después de un terremoto, ya que es común ver un mayor volumen de incendios debido a la exposición de las fuentes de ignición durante la actividad sísmica. Estas fuentes de ignición incluyen riesgos eléctricos tales como cables o paneles desconectados o expuestos, junto con fuentes de combustible que puede verse dañados debido a rupturas en tanques o en las conexiones de tubería. Las pérdidas que incluyan gas natural o propano son también una fuente de incendio una vez encendido el gas. Los tipos de requisitos de la protección contra terremotos en NFPA 13 pueden ayudar a asegurar que las pérdidas asociadas con un temblor no sean exacerbadas por los incendios que no pueden ser controlados por los sistemas de rociadores que se encuentran inhabilitados.

Matt Klaus es ingeniero de protección contra incendios senior en la NFPA


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