Protección contra incendio en la industria petrolera y petroquímica en América Latina
Por Ing. Ramón Domínguez Betancourt, CEPI, SFPE
Esta modificación de precios ha llevado al mercado del petróleo a una inestabilidad que vivimos hasta nuestros días y que, en alguna forma, ha intervenido en la modificación del modelo económico mundial en busca de una alta productividad que se está alcanzando en la región, por medio de las inversiones conjuntas de iniciativa privada y empresas estatales y también debido a los costos de la materia prima (petróleo) al doble de hace 30 años. Todo esto conlleva a la reevaluación de los activos de ésta rama industrial, que se ha vuelto estratégica para el desarrollo económico mundial.En consecuencia, cualquier daño en sus instalaciones afecta profundamente las finanzas de las empresas, que a su vez, los transfieren a las compañías de seguros y, en especial a las compañías reaseguradoras. En consecuencia, estas últimas están siendo cada vez más estrictas y exigentes en sus observaciones al aceptar los riesgos y el cumplimiento de normas de prevención y mitigación.
En cuanto a lo que corresponde a protección contra incendio, el problema se vuelve crítico por los riesgos inherentes a ésta rama industrial, los costos que representan y, desde luego en su reflejo en el incremento de las primas de seguro y la afectación a su productividad. Los países que integran América Latina no se han caracterizado por contar con una cultura de seguridad, lo cual se ha proyectado a la protección contra incendio haciendo que las normas de diseño de éste tipo de protecciones sean muy limitadas y de gran variedad, ya que algunas han sido adoptadas de Europa y otras parcialmente copiadas de Estados Unidos.
Ante este panorama, la industria petrolera, petroquímica y química en general ha nacido, crecido y evolucionado buscando la menor inversión posible y, los financieros han considerado que dentro de los ahorros pueden estar los sistemas de protección contra incendio. Sin embargo, ante las emergencias vividas en los últimos 10 años, se han endurecido las exigencias de las compañías reaseguradoras y los costos de sus servicios, lo cual está llevando poco a poco a cambiar la óptica de los financieros y que se empiece a dar la misma importancia a la ingeniería en protección contra incendio que a las otras ramas de la ingeniería, como es la civil, la eléctrica, la mecánica, la química, entre otras.
De tal suerte que, se está abriendo un área de oportunidad en el desarrollo de ésta nueva área de ingeniería en América Latina, como una nueva profesión que implica los mismos requerimientos que el ejercicio de cualquier profesión, que es la experiencia, los conocimientos, pero en especial la ética y, al analizar el escenario latinoamericano, se va a encontrar que quienes han trabajado en el área de la protección contra incendio, la mayoría lo han hecho como vendedores o representantes de fabricantes de equipo y algunos de ellos como fabricantes locales, lo cual los llevaría, al tratar de desempeñarse en el desarrollo de ingeniería contra incendio, a caer en un conflicto de intereses.
Por otra parte, las exigencias de las reaseguradoras respecto de que se cumpla con el buen diseño de los sistemas contra incendio, obliga a la aplicación y conocimiento de Normas, Códigos y Reglamentos, pero sobre todo a una fuerte tendencia a la unificación de éstos, para contar con un criterio común, sin importar el país de origen de la reaseguradora. Sobre este particular, ésta tendencia va hacia las más usadas en diseño, entre las que se encuentran las de la National Fire Protection Association (NFPA), API, ASME, NEMA, etc. y, quizá, uno de los problemas que enfrenta América Latina al respecto, es que, paradójicamente, en la curricula de la carreras de ingeniería no existe una materia que sea “Normas, Códigos y Reglamentos”.
Adicionalmente, el primer reto que se tiene con las instalaciones contra incendio existentes en América Latina, está en realizar la ingeniería para hacer que cumpla con la normativa, por lo que se debe comenzar por evaluar lo existente y tener la creatividad para aprovechar lo más posible lo que se tiene a fin de optimizar la inversión y que se cumpla con la normativa. El siguiente aspecto que tiene que considerar es que para lograr lo anterior, sólo se puede lograr con profesionales con alto nivel de ética que sólo se dediquen al desarrollo de ingeniería en protección contra incendio, para que no presenten conflicto de intereses al estar relacionados con la venta o instalación de equipos contra incendio, para poder tener un criterio justo, equitativo y sin compromisos. Se incluyen algunas fotos de éste tipo de actividades.
Con el fin de prevenir el conflicto de intereses antes mencionado, se requiere que en un proyecto contra incendio, la ingeniería sea elaborada por personas totalmente desligadas de los que harán la procura y la instalación. De igual forma, un bufete de ingeniería en general no está en condiciones de abordar adecuadamente estos proyectos, sino que se requiere bufetes altamente especializados en protección contra incendio para que se cuente con la experiencia necesaria para su desarrollo. La ingeniería en protección contra incendio tiene un grado de especialidad equivalente a la ingeniería de proceso, ingeniería en dinámica y control de procesos, ingeniería en análisis de esfuerzos, ingeniería en diseño de estructuras, etc.
Este es el gran reto que se tiene en América Latina para lograr dar un paso más para el desarrollo de nuestros países, y así, proteger fuentes de empleo y recursos económicos, coadyuvando en la lucha contra la pobreza.
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