lunes, 31 de marzo de 2014

@TecniTipsGANB #121



Análisis detallado
Por Bill Koffel

¿Qué motivó que las disposiciones sobre inspección, prueba y mantenimiento de los sistemas de rociadores, establecidas en NFPA 25, estén siendo repasadas detenidamente?

La primera edición de NFPA 25, Norma para la inspección, prueba y mantenimiento de sistemas hidráulicos de protección contra incendios, de 1992, fue una recopilación de disposiciones sobre la inspección, prueba y mantenimiento (IPM) que contribuía a garantizar el funcionamiento satisfactorio de los sistemas hidráulicos de protección contra incendios. NFPA 25 fue elaborada como una extensión de documentos existentes, tales como NFPA 13A, Práctica recomendada para la inspección, prueba y mantenimiento de sistemas de rociadores, y NFPA 14A, Práctica recomendad para inspección, prueba y mantenimiento de sistemas de tubería vertical y de mangueras, que habían colaborado con las autoridades competentes y con los dueños de propiedades en las inspecciones de rutina de sistemas de rociadores y tuberías verticales.

Desde entonces, NFPA 25 se ha convertido en el principal documento que regula los sistemas de rociadores y los sistemas relacionados, entre ellos los sistemas de tuberías subterráneas, bombas de incendio, tanques de almacenamiento, sistemas de pulverización de agua y sistemas de rociadores de agua-espuma. La aplicación de la norma no cubre las deficiencias observadas en el diseño o la instalación del sistema; la intención de la norma es confirmar que los componentes del sistema estén en buenas condiciones y que funcionarán adecuadamente en caso de que ocurra un incidente de incendio. La norma establece que el dueño de la propiedad es el responsable de obtener la evaluación de los sistemas de protección contra incendios antes de que se efectúen cambios relacionados con la ocupación, el uso, el proceso o los materiales, y que esta evaluación no se considera parte de la inspección, prueba y mantenimiento (IPM) normales requeridos por la norma. El cumplimiento de los requisitos establecidos en NFPA 25 es requerido en NFPA 1, Código de Incendios; en NFPA 101®, Código de Seguridad Humana; en el Código de Incendios Internacional y por aseguradoras. La falta de cumplimiento con los requisitos establecidos en NFPA 25 puede ser uno de los motivos por el cual una aseguradora no abone la indemnización por un siniestro.

Recientemente, sin embargo, han surgido interrogantes sobre el alcance de la NFPA 25 y sobre si la norma es adecuada para garantizar el funcionamiento satisfactorio de los sistemas de rociadores automáticos. Por ejemplo, es habitual que las deficiencias obvias de diseño, tales como áreas sin rociadores u obstrucciones obvias en el patrón de pulverización, no sean informadas a los propietarios, a pesar de que la inspección sea llevada a cabo por una persona calificada. Se han propuesto cambios para NFPA 25, a fin de contemplar este aspecto, y los comités han debatido sobre diversos temas relacionados. Algunos de esos debates han sido sobre si el alcance de la NFPA 25 debería limitarse o expandirse, sobre si debería elaborarse un documento separado en el que se detallen los requisitos del propietario, si deberían agregarse algunas actividades de inspección y si la NFPA 25 es meramente un documento “desgastado”.

Estos interrogantes fundamentales demandan un método más organizado para evaluar la norma. Como parte de ese proceso, un grupo incluyéndome a mí, como presidente del comité técnico de NFPA 25; Matt Klaus, ingeniero jefe en protección contra incendios de la NFPA y personal de enlace para NFPA 25; la División de Análisis e Investigación de Incendios de la NFPA; y la Fundación de Investigación en Protección contra Incendios (Fire Protection Research Foundation o FPRF) organizamos un simposio, que tuvo lugar en Chicago, en diciembre, y en el que se trataron diversos de estos temas de tanta importancia [ver “Grandes interrogantes”]. El evento sirvió para poder identificar las diversas opiniones y perspectivas sobre los temas relacionados con la NFPA 25, que serán posteriormente incluidos como parte de los Aportes Públicos para la próxima edición de la norma. El comité técnico tomará en consideración estos aportes públicos cuando comience el ciclo de revisión de la edición 2017 de NFPA 25.

spc
Grandes interrogantes
Simposio sobre la NFPA 25 evalua diversos aspectos relacionados con la efectividad de la norma.

En diciembre la Fundación de Investigación de Protección contra Incendios organizó un simposio, de dos días de duración, sobre el desempeño de los sistemas de rociadores y sobre la NFPA 25, Norma para la inspección, prueba y mantenimiento de sistemas hidráulicos de protección contra incendios. Los participantes analizaron las responsabilidades de los propietarios; las expectativas de los propietarios, empresas de seguro y funcionarios a cargo del cumplimiento de los códigos; y los servicios que habitualmente se brindan como parte de un contrato de inspección, prueba y mantenimiento (IPM).

El evento reunió a las partes interesadas para que debatan sobre estos y otros temas, como parte de una denodada acción para evaluar la efectividad de NFPA 25 y mejorar el desempeño de los sistemas de rociadores automáticos. Se prevé que el Comité Técnico de Inspección, Prueba y Mantenimiento de Sistemas Hidráulicos considere los resultados del evento, junto con la continua opinión del público, en el desarrollo de la próxima edición de NFPA 25.

Aún para las actividades IPM que estén claramente dentro del alcance de NFPA 25, hay interrogantes sobre la relativa efectividad de la norma para generar las actividades obligatorias de inspección, prueba y mantenimiento y además generar las condiciones de confiabilidad prevista para los rociadores. . Tales brechas en la confiabilidad podrían no ser contempladas mediante los cambios en la norma misma, aunque sí podrían ser contempladas a través de cambios relacionados en los requisitos o en la práctica habitual. Alternativamente, sería útil saber si existe una brecha significativa en el desempeño de los rociadores que no sabemos cómo reducir o eliminar.

Como buena práctica para una buena protección contra incendios y de la seguridad humana, ¿qué debería hacerse? Algunos de los interrogantes que fueron presentados y debatidos en el taller incluyen:

  • ¿Se debería reconsiderar el alcance de NFPA 25?
  • ¿Se debería elaborar una nueva norma sobre cómo llevar a cabo las evaluaciones del diseño?
  • ¿Debería NFPA 3, Práctica recomendada sobre comisionamiento y prueba de integración de sistemas de protección contra incendios y de seguridad humana, incluir una “actividad de recomisionamiento” periódica de los sistemas para algunas o para la totalidad de las ocupaciones?
  • ¿Deberían estos eventos de recomisionamiento ser contemplados en los capítulos sobre ocupaciones de NFPA 101®, Código de Seguridad Humana?
  • ¿Deberían las disposiciones establecidas en NFPA 1, Código de Incendios, ser complementadas de manera que se requieran revisiones de las inspecciones que puedan hacer referencia a la adecuación de un sistema?
  • ¿Deberían los temas descriptos en NFPA 25 permanecer en poder de los propietarios y del proceso regulatorio como sucede actualmente, con la esperanza de que los inconvenientes se resuelvan por sí mismos orgánicamente?
Para acceder al informe resumido del simposio, elaborado por la Fundación de Investigación, visite nfpa.org/foundation.

Responsabilidades de los propietarios
Algunos de los temas más importantes relacionados con NFPA 25 hacen referencia a la responsabilidad de los propietarios. NFPA 25 claramente establece que el propietario es quien tiene la responsabilidad final en los procedimientos de inspección, prueba y mantenimiento y de puesta fuera de servicio de todos los sistemas hidráulicos de protección contra incendios. Entre esas responsabilidades se incluye la protección contra congelamiento de las tuberías llenadas con agua; la notificación a la autoridad competente, al cuerpo de bomberos y a la estación de supervisión de alarmas antes de someter a prueba o interrumpir el funcionamiento del sistema; la corrección o reparación de las deficiencias y estados de fuera de servicio identificados; la evaluación del modo en que los cambios en la ocupación, procesos y materiales utilizados o almacenados puede tener impacto en el sistema de rociadores y la evaluación de los cambios que podrían tener impacto en el desempeño del sistema.

La mayoría de los propietarios delegan algunas de las responsabilidades anteriormente mencionadas en contratistas externos. Sin embargo, el contrato habitual entre el propietario y el contratista limita las responsabilidades del contratista solamente para algunas de aquellas mencionadas. De esto surgen importantes interrogantes sobre la norma: ¿Comprenden los propietarios de edificios cuáles son sus responsabilidades? ¿Comprenden cuáles son los aspectos que se incluyen, y cuáles no, en un servicio típico de inspección, prueba y mantenimiento? ¿Debería hacerse referencia a las responsabilidades de los propietarios en NFPA 25 o estas deberían estar descriptas en un documento separado? ¿Cuál es el mecanismo de observancia que garantice que las responsabilidades del propietario están siendo cumplidas?

Adecuación del diseño y la instalación

NFPA 25 no requiere que la persona que lleva a cabo los servicios de inspección de rutina verifique la adecuación del diseño. Se presume que el sistema ha sido adecuadamente diseñado e instalado de acuerdo con lo establecido en NFPA 13, Norma para la instalación de sistemas de rociadores. Por consiguiente, cumplir con los procedimientos de las pruebas de aceptación y con la documentación requerida en NFPA 13 es fundamental para el continuo y apropiado desempeño del sistema. Tendría un costo prohibitivo si la adecuación del diseño y la instalación originales del sistema tuvieran que ser verificados con una determinada frecuencia, por ejemplo anual.

Por ejemplo, si la tubería de un sistema de rociadores de tubería seca no estuviera instalada con la inclinación apropiada hacia un drenaje, podría acumularse agua en el sistema. Si el sistema está instalado en un área sujeta a congelamiento, el propietario supondrá que el sistema de rociadores de tubería seca brinda una protección adecuada contra las condiciones de congelamiento presentes en la tubería. El contratista encargado de la inspección, prueba y mantenimiento que efectúa la prueba de disparo de la válvula de tubería seca supondrá que el agua que ingresó en el sistema será adecuadamente drenada. Combinadas, ambas suposiciones podrían derivar en una falla de las tuberías del sistema de rociadores si el agua se congela en la tubería.

Además, muchas de las pruebas requeridas en NFPA 25 incluyen la comparación de los resultados de las pruebas actuales con los resultados de las pruebas anteriores, así como con los resultados de las pruebas iniciales. Por ejemplo, cuando se lleva a cabo una prueba del drenaje de la tubería principal, los resultados se comparan con las pruebas llevadas a cabo en los últimos dos años, así como con la prueba llevada a cabo durante la aceptación del sistema. Se requiere un análisis si los resultados de las pruebas disminuyeron en un 10 por ciento o más. La comparación demostrará si ha habido una reducción reciente del suministro de agua para el sistema.

Los resultados también se comparan con aquellos obtenidos durante las pruebas de aceptación del sistema. Se prevé que durante la prueba de aceptación se apliquen los resultados de las pruebas de drenaje de la tubería principal para confirmar la adecuación del suministro de agua para el sistema. Por esto, no se requiere que el contratista a cargo de la inspección, prueba y mantenimiento efectúe ningún cálculo para verificar que el suministro de agua todavía sea el adecuado, solo que el suministro de agua sea similar al que existía durante la prueba de aceptación. Si no fue efectuaba la evaluación durante la aceptación del sistema, el suministro de agua para el sistema podría haber sido inadecuado desde el comienzo sin que nadie notara la deficiencia.

Nuevamente, estos escenarios plantean importantes interrogantes acerca del alcance y la intención de NFPA 25. ¿Es razonable para un propietario asumir que, una vez que un sistema está instalado, este ha sido diseñado e instalado correctamente? Si no es así, y tomando en consideración que las actividades de inspección descriptas en NFPA 25 no hacen referencia a estos temas, ¿cuál es el mecanismo que se aplica para contemplar las deficiencias de diseño del sistema, en especial aquellas que no fueron observadas durante la revisión de los planos, instalación y aceptación del sistema? ¿Tiene la persona que lleva a cabo la inspección el deber de notificar al propietario sobre cualquier deficiencia potencial del sistema si esta es claramente visible? ¿Cómo sabe la persona que lleva a cabo la inspección si se trata de una deficiencia si no ha participado en el diseño?

Gestión de cambios
Es responsabilidad del propietario gestionar todos los cambios que podrían tener impacto en el desempeño del sistema de rociadores. Algunos propietarios presumen que la inspección periódica del sistema contemplará este aspecto, aunque generalmente podría no ser este el caso. Los formularios IPM utilizados por los contratistas hace 20 años incluían una pregunta sobre la adecuación del sistema para la protección de los riesgos, pero en la actualidad los formularios IPM utilizados por los contratistas ya no incluyen dicho interrogante.

¿Cómo cumple un propietario, que podría tener un conocimiento mínimo sobre los sistemas de rociadores, con esta responsabilidad si las inspecciones periódicas no brindan este servicio? En algunos casos, el proceso regulatorio debería llevar a una evaluación apropiada. Por ejemplo, cuando un inquilino efectúa obras de acondicionamiento y los muros son reubicados, el profesional de diseño registrado que participa en el proyecto, y en el proceso mismo para la obtención de un permiso, debería hacer los cambios necesarios en el sistema de rociadores.

Sin embargo, no todos los cambios involucran a un profesional de diseño registrado o un permiso de construcción. Por ejemplo, muchos de los envases que se usan actualmente en la industria de los cosméticos son de plástico, y no de vidrio, lo que cambia la clasificación de las mercancías para el almacenamiento de los productos. Como resultado, sería necesario evaluar el sistema de rociadores en función de una clasificación de mercancías más alta. ¿Reconocerán la mayoría de los propietarios que dicho cambio en el material requiere que el sistema de rociadores sea reevaluado? ¿Qué ocurre en un hospital, en donde los muebles que no se utilizan se guardan en una habitación previamente utilizada como habitación para pacientes? ¿Sabrán los administradores del hospital que entonces esa habitación ya no es una ocupación de riesgo leve, según se define en NFPA 13? ¿Cómo deberían ser identificados este tipo de cambios que pueden tener impacto en el desempeño de un sistema de rociadores? y, más importante, ¿cómo deberían ser corregidos?

Falla de un sistema de rociadores
Los datos sobre incidentes de incendio recientes indican que la causa más común en la falla de un sistema de rociadores es una válvula cerrada o parcialmente cerrada. El requisito de la edición vigente de NFPA 25 sobre las inspecciones mensuales de estas válvulas, junto con los requisitos sobre supervisión de las válvulas, incluido en la mayoría de los códigos de edificación e incendio, debería ser el de implementar una mejora en el desempeño de los sistemas de rociadores automáticos.

El problema aquí es que la norma solamente contempla una parte del tema relacionado con la falla de los rociadores. De hecho, hay diversos otros modos de falla de los rociadores, tanto en condiciones de incendio como en aquellas que no sean de incendio, lo que puede incluir fallas en las tuberías y en los accesorios debido al agua que queda acumulada en un sistema de tubería seca o en un sistema de tubería húmeda en un área que ya no se encuentra debidamente calefaccionada; y los accesorios o soportes colgantes que presentan una falla durante una prueba de flujo anual de una bomba contra incendios. Otros modos de falla incluyen a los incendios que se originan en espacios que no están protegidos con un sistema de rociadores automáticos, aún cuando el edificio sí lo esté; un suministro de agua insuficiente para el control del incendio; y el daño provocado por el agua debido al funcionamiento de los rociadores, el resultado de los daños físicos en los rociadores, debido al contacto o a una unidad de calefacción que se instala con posterioridad a la instalación del sistema de rociadores —daños que podrían pasar desapercibidos durante las actividades de inspección, prueba y mantenimiento de rutina.

Más allá de NFPA 25
Hay quienes sostienen que ejemplos como estos ilustran que un programa de mantenimiento preventivo adecuado para un sistema hidráulico de protección contra incendios coloca demasiada responsabilidad en el propietario. Una manera de contemplar estos aspectos sería llevar a cabo reevaluaciones de los sistemas existentes con una frecuencia determinada, a fin de verificar que se cumplan las responsabilidades asignadas a los propietarios en NFPA 25.

Si fueran necesarias las reevaluaciones del sistema, ¿debería un documento tal como NFPA 1, Código de Incendios, establecer como obligatorias dichas reevaluaciones o deberían los propietarios implementarlas cuando decidan que son adecuadas? La necesidad de las reevaluaciones, referida como recomisionamiento, es un tema que está siendo actualmente considerado para la elaboración de una nueva norma, NFPA 4, Protección contra incendios integrada y prueba de los sistemas para la seguridad humana. No obstante esto, si NFPA 4 va a incluir el requisito del recomisionamiento, solamente se aplicaría a los sistemas de protección contra incendios integrada. Algunos observadores argumentan que otras partes, como oficiales de bomberos o representantes de empresas de seguro, pueden brindar la supervisión necesaria mediante inspecciones y sondeos.

El interrogante acerca de cuándo la responsabilidad resulta demasiada formó parte del debate que se llevó a cabo durante el simposio, y seguramente seguirá con posterioridad. Es solo una de los muchos interrogantes que necesitamos resolver como parte de nuestra evaluación de NFPA 25 y si la norma cumple con el propósito previsto. Independientemente de lo que nuestra evaluación genere, confiamos en que el proceso derivará en una norma fortalecida para los procedimientos de inspección, prueba y mantenimiento de los sistemas hidráulicos de rociadores.

Bill Koffel es presidente de Koffel Associates y presidente del comité técnico de NFPA 25.

spc
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Diferencias conciliables
Comités técnicos de NFPA 13 responden a inquietudes sobre incompatibilidad de materiales y fugas

En los últimos años, las tuberías no metálicas, de uso generalizado en los sistemas de rociadores residenciales, han recibido indeseada atención, debido a una serie de incidentes, entre las que se incluyen las fugas. La causa no es el material de las tuberías en sí, sino una fractura de la tubería cuando se la expone a ciertas sustancias que habitualmente se usan en la instalación de sistemas de rociadores.

“Esto ha llevado al reemplazo del uso de anticongelantes en los sistemas de rociadores como el enfoque principal para los comités de rociadores de la NFPA”, expresa Matt Klaus, ingeniero jefe en protección contra incendios y personal de enlace de NFPA 13, Instalación de sistemas de rociadores y de NFPA 13D, Instalación de sistemas de rociadores en viviendas unifamiliares y bifamiliares y en viviendas prefabricadas.

El problema es este: Los instaladores de rociadores lubrican las tuberías metálicas con aceites de corte durante el proceso de roscado de la tubería. Cuando las tuberías metálicas están conectadas con sistemas de rociadores combinados que también utilizan una tubería no metálica, los aceites que quedan acumulados entran en contacto con la tubería no metálica mediante el flujo de agua. En algunos casos, esta interacción puede provocar fracturas por resistencia química en la tubería no metálica y ocasionar fugas. Sin embargo, no todos los aceites de corte provocarán estas fracturas, razón por la cual es fundamental garantizar que todos los productos que se utilicen como parte del proceso de instalación sean compatibles con la tubería y con los materiales de los accesorios.

Los aceites de corte no son las únicas sustancias que pueden ocasionar problemas. Los inhibidores de la corrosión, que recubren el interior de una tubería de acero y evitan la oxidación y la corrosión de influencia microbiológica, también fluyen por la tubería de plástico, lo que provoca, en algunos casos, la desintegración de su composición química.

“Parte del problema es que históricamente, los códigos y normas nunca han hecho referencia a quién es el responsable de determinar si los productos son compatibles entre sí”, expresa Klaus. “Y así quedan todos: el propietario, la autoridad competente, el contratista y los fabricantes, mirándose entre sí esperando obtener una respuesta”.

Tomando en cuenta este aspecto, el Comité Técnico para la Determinación de los Criterios de Instalación de los Sistemas de Rociadores aprobó las disposiciones de la edición 2013 de NFPA 13 que requieren que los inhibidores de la corrosión y los aceites lubricantes utilizados en sistemas combinados sean sometidos a una verificación de compatibilidad con tuberías no metálicas. Basándose en los requisitos de la norma, Underwriters Laboratories (UL) está elaborando una nueva norma sobre pruebas para las tuberías termoplásticas que contemple este requisito de compatibilidad.

 Los grupos de trabajo de UL están actualmente elaborando el proyecto de los criterios para la nueva norma y planifican evaluar un “protocolo de prueba de los candidatos” en múltiples instalaciones de prueba en el futuro, sostiene Kerry Bell, ingeniero jefe de UL para rociadores de incendio y equipos de bombas.

Entretanto, un nuevo grupo de trabajo de la NFPA creado en el 2012, ante la solicitud del Comité de Correlación Técnica de Sistemas de Rociadores Automáticos, y compuesto por diversos miembros del comité de rociadores ha propuesto un nuevo texto para la edición 2016 de NFPA 13 y de 13R, Instalación de sistemas de rociadores en ocupaciones residenciales de baja altura, en el que se requeriría que los inhibidores de la corrosión y los aceites lubricantes sean utilizados de acuerdo con lo establecido en su listado o con la información publicada del fabricante sobre la compatibilidad del producto. El grupo también se asegura que las disposiciones relacionadas con la compatibilidad de los materiales muestren una concordancia en la edición 2016 de NFPA 13 y NFPA 13R.

“El grupo ha trabajado arduamente para proponer un enfoque para este tema que incluye las directivas que todas las partes interesadas han estado buscando”, dice Klaus. Este enfoque modificado para la edición 2016 fue aprobado por los comités técnicos en las últimas reuniones del primer borrador de NFPA 13 y NFPA 13R y se encuentra actualmente en el proceso formal de votación de los comités.

—Fred Durso, Jr.


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