Análisis detallado
Por Bill Koffel
¿Qué motivó que las disposiciones sobre inspección, prueba y mantenimiento de los sistemas de rociadores, establecidas en NFPA 25, estén siendo repasadas detenidamente?
Desde entonces, NFPA 25 se ha convertido en el principal documento que regula los sistemas de rociadores y los sistemas relacionados, entre ellos los sistemas de tuberías subterráneas, bombas de incendio, tanques de almacenamiento, sistemas de pulverización de agua y sistemas de rociadores de agua-espuma. La aplicación de la norma no cubre las deficiencias observadas en el diseño o la instalación del sistema; la intención de la norma es confirmar que los componentes del sistema estén en buenas condiciones y que funcionarán adecuadamente en caso de que ocurra un incidente de incendio. La norma establece que el dueño de la propiedad es el responsable de obtener la evaluación de los sistemas de protección contra incendios antes de que se efectúen cambios relacionados con la ocupación, el uso, el proceso o los materiales, y que esta evaluación no se considera parte de la inspección, prueba y mantenimiento (IPM) normales requeridos por la norma. El cumplimiento de los requisitos establecidos en NFPA 25 es requerido en NFPA 1, Código de Incendios; en NFPA 101®, Código de Seguridad Humana; en el Código de Incendios Internacional y por aseguradoras. La falta de cumplimiento con los requisitos establecidos en NFPA 25 puede ser uno de los motivos por el cual una aseguradora no abone la indemnización por un siniestro.
Recientemente, sin embargo, han surgido interrogantes sobre el alcance de la NFPA 25 y sobre si la norma es adecuada para garantizar el funcionamiento satisfactorio de los sistemas de rociadores automáticos. Por ejemplo, es habitual que las deficiencias obvias de diseño, tales como áreas sin rociadores u obstrucciones obvias en el patrón de pulverización, no sean informadas a los propietarios, a pesar de que la inspección sea llevada a cabo por una persona calificada. Se han propuesto cambios para NFPA 25, a fin de contemplar este aspecto, y los comités han debatido sobre diversos temas relacionados. Algunos de esos debates han sido sobre si el alcance de la NFPA 25 debería limitarse o expandirse, sobre si debería elaborarse un documento separado en el que se detallen los requisitos del propietario, si deberían agregarse algunas actividades de inspección y si la NFPA 25 es meramente un documento “desgastado”.
Estos interrogantes fundamentales demandan un método más organizado para evaluar la norma. Como parte de ese proceso, un grupo incluyéndome a mí, como presidente del comité técnico de NFPA 25; Matt Klaus, ingeniero jefe en protección contra incendios de la NFPA y personal de enlace para NFPA 25; la División de Análisis e Investigación de Incendios de la NFPA; y la Fundación de Investigación en Protección contra Incendios (Fire Protection Research Foundation o FPRF) organizamos un simposio, que tuvo lugar en Chicago, en diciembre, y en el que se trataron diversos de estos temas de tanta importancia [ver “Grandes interrogantes”]. El evento sirvió para poder identificar las diversas opiniones y perspectivas sobre los temas relacionados con la NFPA 25, que serán posteriormente incluidos como parte de los Aportes Públicos para la próxima edición de la norma. El comité técnico tomará en consideración estos aportes públicos cuando comience el ciclo de revisión de la edición 2017 de NFPA 25.
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Responsabilidades de los propietarios
Algunos de los temas más importantes relacionados con NFPA 25 hacen referencia a la responsabilidad de los propietarios. NFPA 25 claramente establece que el propietario es quien tiene la responsabilidad final en los procedimientos de inspección, prueba y mantenimiento y de puesta fuera de servicio de todos los sistemas hidráulicos de protección contra incendios. Entre esas responsabilidades se incluye la protección contra congelamiento de las tuberías llenadas con agua; la notificación a la autoridad competente, al cuerpo de bomberos y a la estación de supervisión de alarmas antes de someter a prueba o interrumpir el funcionamiento del sistema; la corrección o reparación de las deficiencias y estados de fuera de servicio identificados; la evaluación del modo en que los cambios en la ocupación, procesos y materiales utilizados o almacenados puede tener impacto en el sistema de rociadores y la evaluación de los cambios que podrían tener impacto en el desempeño del sistema.
La mayoría de los propietarios delegan algunas de las responsabilidades anteriormente mencionadas en contratistas externos. Sin embargo, el contrato habitual entre el propietario y el contratista limita las responsabilidades del contratista solamente para algunas de aquellas mencionadas. De esto surgen importantes interrogantes sobre la norma: ¿Comprenden los propietarios de edificios cuáles son sus responsabilidades? ¿Comprenden cuáles son los aspectos que se incluyen, y cuáles no, en un servicio típico de inspección, prueba y mantenimiento? ¿Debería hacerse referencia a las responsabilidades de los propietarios en NFPA 25 o estas deberían estar descriptas en un documento separado? ¿Cuál es el mecanismo de observancia que garantice que las responsabilidades del propietario están siendo cumplidas?
Adecuación del diseño y la instalación
NFPA 25 no requiere que la persona que lleva a cabo los servicios de inspección de rutina verifique la adecuación del diseño. Se presume que el sistema ha sido adecuadamente diseñado e instalado de acuerdo con lo establecido en NFPA 13, Norma para la instalación de sistemas de rociadores. Por consiguiente, cumplir con los procedimientos de las pruebas de aceptación y con la documentación requerida en NFPA 13 es fundamental para el continuo y apropiado desempeño del sistema. Tendría un costo prohibitivo si la adecuación del diseño y la instalación originales del sistema tuvieran que ser verificados con una determinada frecuencia, por ejemplo anual.
Por ejemplo, si la tubería de un sistema de rociadores de tubería seca no estuviera instalada con la inclinación apropiada hacia un drenaje, podría acumularse agua en el sistema. Si el sistema está instalado en un área sujeta a congelamiento, el propietario supondrá que el sistema de rociadores de tubería seca brinda una protección adecuada contra las condiciones de congelamiento presentes en la tubería. El contratista encargado de la inspección, prueba y mantenimiento que efectúa la prueba de disparo de la válvula de tubería seca supondrá que el agua que ingresó en el sistema será adecuadamente drenada. Combinadas, ambas suposiciones podrían derivar en una falla de las tuberías del sistema de rociadores si el agua se congela en la tubería.
Además, muchas de las pruebas requeridas en NFPA 25 incluyen la comparación de los resultados de las pruebas actuales con los resultados de las pruebas anteriores, así como con los resultados de las pruebas iniciales. Por ejemplo, cuando se lleva a cabo una prueba del drenaje de la tubería principal, los resultados se comparan con las pruebas llevadas a cabo en los últimos dos años, así como con la prueba llevada a cabo durante la aceptación del sistema. Se requiere un análisis si los resultados de las pruebas disminuyeron en un 10 por ciento o más. La comparación demostrará si ha habido una reducción reciente del suministro de agua para el sistema.
Los resultados también se comparan con aquellos obtenidos durante las pruebas de aceptación del sistema. Se prevé que durante la prueba de aceptación se apliquen los resultados de las pruebas de drenaje de la tubería principal para confirmar la adecuación del suministro de agua para el sistema. Por esto, no se requiere que el contratista a cargo de la inspección, prueba y mantenimiento efectúe ningún cálculo para verificar que el suministro de agua todavía sea el adecuado, solo que el suministro de agua sea similar al que existía durante la prueba de aceptación. Si no fue efectuaba la evaluación durante la aceptación del sistema, el suministro de agua para el sistema podría haber sido inadecuado desde el comienzo sin que nadie notara la deficiencia.
Nuevamente, estos escenarios plantean importantes interrogantes acerca del alcance y la intención de NFPA 25. ¿Es razonable para un propietario asumir que, una vez que un sistema está instalado, este ha sido diseñado e instalado correctamente? Si no es así, y tomando en consideración que las actividades de inspección descriptas en NFPA 25 no hacen referencia a estos temas, ¿cuál es el mecanismo que se aplica para contemplar las deficiencias de diseño del sistema, en especial aquellas que no fueron observadas durante la revisión de los planos, instalación y aceptación del sistema? ¿Tiene la persona que lleva a cabo la inspección el deber de notificar al propietario sobre cualquier deficiencia potencial del sistema si esta es claramente visible? ¿Cómo sabe la persona que lleva a cabo la inspección si se trata de una deficiencia si no ha participado en el diseño?
Gestión de cambios
Es responsabilidad del propietario gestionar todos los cambios que podrían tener impacto en el desempeño del sistema de rociadores. Algunos propietarios presumen que la inspección periódica del sistema contemplará este aspecto, aunque generalmente podría no ser este el caso. Los formularios IPM utilizados por los contratistas hace 20 años incluían una pregunta sobre la adecuación del sistema para la protección de los riesgos, pero en la actualidad los formularios IPM utilizados por los contratistas ya no incluyen dicho interrogante.
¿Cómo cumple un propietario, que podría tener un conocimiento mínimo sobre los sistemas de rociadores, con esta responsabilidad si las inspecciones periódicas no brindan este servicio? En algunos casos, el proceso regulatorio debería llevar a una evaluación apropiada. Por ejemplo, cuando un inquilino efectúa obras de acondicionamiento y los muros son reubicados, el profesional de diseño registrado que participa en el proyecto, y en el proceso mismo para la obtención de un permiso, debería hacer los cambios necesarios en el sistema de rociadores.
Sin embargo, no todos los cambios involucran a un profesional de diseño registrado o un permiso de construcción. Por ejemplo, muchos de los envases que se usan actualmente en la industria de los cosméticos son de plástico, y no de vidrio, lo que cambia la clasificación de las mercancías para el almacenamiento de los productos. Como resultado, sería necesario evaluar el sistema de rociadores en función de una clasificación de mercancías más alta. ¿Reconocerán la mayoría de los propietarios que dicho cambio en el material requiere que el sistema de rociadores sea reevaluado? ¿Qué ocurre en un hospital, en donde los muebles que no se utilizan se guardan en una habitación previamente utilizada como habitación para pacientes? ¿Sabrán los administradores del hospital que entonces esa habitación ya no es una ocupación de riesgo leve, según se define en NFPA 13? ¿Cómo deberían ser identificados este tipo de cambios que pueden tener impacto en el desempeño de un sistema de rociadores? y, más importante, ¿cómo deberían ser corregidos?
Falla de un sistema de rociadores
Los datos sobre incidentes de incendio recientes indican que la causa más común en la falla de un sistema de rociadores es una válvula cerrada o parcialmente cerrada. El requisito de la edición vigente de NFPA 25 sobre las inspecciones mensuales de estas válvulas, junto con los requisitos sobre supervisión de las válvulas, incluido en la mayoría de los códigos de edificación e incendio, debería ser el de implementar una mejora en el desempeño de los sistemas de rociadores automáticos.
El problema aquí es que la norma solamente contempla una parte del tema relacionado con la falla de los rociadores. De hecho, hay diversos otros modos de falla de los rociadores, tanto en condiciones de incendio como en aquellas que no sean de incendio, lo que puede incluir fallas en las tuberías y en los accesorios debido al agua que queda acumulada en un sistema de tubería seca o en un sistema de tubería húmeda en un área que ya no se encuentra debidamente calefaccionada; y los accesorios o soportes colgantes que presentan una falla durante una prueba de flujo anual de una bomba contra incendios. Otros modos de falla incluyen a los incendios que se originan en espacios que no están protegidos con un sistema de rociadores automáticos, aún cuando el edificio sí lo esté; un suministro de agua insuficiente para el control del incendio; y el daño provocado por el agua debido al funcionamiento de los rociadores, el resultado de los daños físicos en los rociadores, debido al contacto o a una unidad de calefacción que se instala con posterioridad a la instalación del sistema de rociadores —daños que podrían pasar desapercibidos durante las actividades de inspección, prueba y mantenimiento de rutina.
Más allá de NFPA 25
Hay quienes sostienen que ejemplos como estos ilustran que un programa de mantenimiento preventivo adecuado para un sistema hidráulico de protección contra incendios coloca demasiada responsabilidad en el propietario. Una manera de contemplar estos aspectos sería llevar a cabo reevaluaciones de los sistemas existentes con una frecuencia determinada, a fin de verificar que se cumplan las responsabilidades asignadas a los propietarios en NFPA 25.
Si fueran necesarias las reevaluaciones del sistema, ¿debería un documento tal como NFPA 1, Código de Incendios, establecer como obligatorias dichas reevaluaciones o deberían los propietarios implementarlas cuando decidan que son adecuadas? La necesidad de las reevaluaciones, referida como recomisionamiento, es un tema que está siendo actualmente considerado para la elaboración de una nueva norma, NFPA 4, Protección contra incendios integrada y prueba de los sistemas para la seguridad humana. No obstante esto, si NFPA 4 va a incluir el requisito del recomisionamiento, solamente se aplicaría a los sistemas de protección contra incendios integrada. Algunos observadores argumentan que otras partes, como oficiales de bomberos o representantes de empresas de seguro, pueden brindar la supervisión necesaria mediante inspecciones y sondeos.
El interrogante acerca de cuándo la responsabilidad resulta demasiada formó parte del debate que se llevó a cabo durante el simposio, y seguramente seguirá con posterioridad. Es solo una de los muchos interrogantes que necesitamos resolver como parte de nuestra evaluación de NFPA 25 y si la norma cumple con el propósito previsto. Independientemente de lo que nuestra evaluación genere, confiamos en que el proceso derivará en una norma fortalecida para los procedimientos de inspección, prueba y mantenimiento de los sistemas hidráulicos de rociadores.
Bill Koffel es presidente de Koffel Associates y presidente del comité técnico de NFPA 25.
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